"No robarás. El Gobierno odia la competencia"
Anónimo.
No. No se trata de este Gobierno socialista. Ni siquiera se trata de las dosis insoportables de corrupción que acarrean los partidos en nuestro país, o quizá y en diferentes niveles, en todo el mundo.
La cuestión es que los Gobiernos roban. El mayor y más grave hurto es, precisamente, el de la libertad, el de nuestra capacidad como personas para decidir lo que más nos conviene a nosotros mismos. Poner límites a la creatividad, a la iniciativa, a las opciones personales constituye, sí, un robo perfectamente organizado, perpetrado por unos gobiernos en manos no de políticos elegidos democráticamente, sino de aparatos burocráticos opacos y dictatoriales.
Y no hablo sólo metafóricamente. Miremos el sistema público de pensiones: ¿no es el más logrado esquema de estafa piramidal de cuantos conocemos?
Claro que todo eso sólo puede ocurrir porque los ciudadanos miramos a otro lado. Todos sabemos que las pensiones del futuro son imposibles. Pero preferimos el avestruz al águila: enterramos la cabeza en espera de que el Estado nos proporcione el argumento (tan fatuo como sea) con el que poder conciliar el sueño. ¿Alguien recuerda, ahora que se pretende reformar el sistema de pensiones, que los políticos apesebrados del Estado nos decían que la inmigración era la salvación?
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