En España adolecemos de partidos 'frente al Estado'. Diríase que por supuesto el PSOE es un partido pro-Estado, lo mismo que los nacionalistas y por supuesto IU. Quien hubiera estado llamado a ser un partido 'frente al Estado' es sin duda el PP, fruto de la concentración de conservadores, democristianos y liberales.
Sin embargo, eso no ha ocurrido en nuestro país. El PP es, como veremos, el mismo perro con diferente collar que los socialistas.
Hay dos causas que explican esta situación. Una es originaria y la otra derivativa.
La originaria. El centro-derecha español nació dentro de la transición democrática 'desde' los aparatos burocráticos del régimen franquista. No es que sea un neo-franquismo, puesto que tanto UCD como AP evolucionaron desde aquél régimen a valores inequívocamente democráticos. Se trata de que tanto la UCD como la AP primigenia la formaron cuadros dirigentes del Estado. El valor estatalista es intrínseco al centro-derecha español.
La derivada. El PP vive a costa del Estado merced a las subvenciones y a la mescolanza entre instituciones y la organización política. El PP ha imitado los usos y costumbres de la izquierda con objeto de convertirse en una maquinaria electoral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario